jueves, 26 de enero de 2012

Capitulo 41

Cuenta Pedro: 


Caminaba hacia la empresa pensando las palabras que Paula había dicho hacía unos minutos atrás. Intentaba encontrar  el momento en el que yo pueda haber hecho algo que la haya hecho sentir así.. pero era en vano. Todo el tiempo intentaba demostrarle que la quería, con cada beso, con cada caricia, con una mirada. En estas últimas semanas Paula se había convertido en una persona muy importante en mi vida, y también en la de mi hija, y sinceramente eso me ayudaba a saber que estaba con la persona correcta. Es verdad que Juana necesita una mamá, pero no por eso voy a estar con alguien que no amo. Y sí, ya siento que la amo. 
Entre tanto pensar me encontraba en frente de la empresa. No tenía las más minímas intenciones en entrar. Solo quería estar con ellas dos, abrazarlas, hacerles notar que yo estaba ahí con ambas. Opté por comprarme un café antes de entrar. Necesitaba borrar esas palabras de mi cabeza y que no influyera en mi trabajo. Estabamos en cierre de temporada por lo que me llenaban de reuniones.. pero seguía siendo un intento fallido. Paula estaba en mi cabeza todo el tiempo. 


-Buen día Pedro.¿No pensas saludar?


Estaba tan distraído que ni la prescencia de una de mis hermanas había percatado.


Pedro: Perdon Caro. Estaba pensando en otras cosas. ¿Todo bien?


Carolina: Perfecta. Ya te estan esperando para la primera reunión, pero.. ¿Estas bien? 


Pedro: ¿Almorzamos juntos hoy? 


Carolina:  La busco a Juani y te esperamos en el restó de siempre. Anda cuando termines ¿si?


Pedro: ¡Gracias Caro!-mientras caminaba por el pasillo que me llevaba a mi oficina.


Durante toda la mañana tuve reuniones. Varias de las publicidades habian sido con Paula. El mundo parecía en mi contra. A las 15 ya estaba sentado con mi hermana y mi hija en un restó al que ibamos siempre desde chicos. 


Carolina: ¿Ahora sí me vas a contar qué te pasa? Para que me invites a almorzar con ustedes supongo que algo pasó ¿no?


Pedro: Paula piensa que estoy con ella porque quiero una mamá para Juana-largué sincero.


Mi hermana me miró descolocada. Hacía años no le contaba sobre mi vida, pero sinceramente necesitaba esa charla. Desde que mamá murió había sido la que más me acompañó. Supongo que al ser la mayor sentía esa obligación . 


Me dio un par de consejos que me ayudaron mucho. Estaba decidido a jugarme por lo que sentía. Me iba a poner las pilas ahora sí. La charla se había transportado al living de mi depto. 
Eran las 21 cuando Caro decidió partir a su casa. Le cociné a Juana y nos acostamos a dormir luego de que preguntara por qué no habíamos visto a Pau durante todo la tarde. 

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